¿Cuáles fueron tus influencias más importantes al principio?
Por supuesto, Paul van Dyk fue una de mis grandes influencias en la música electrónica, pero también Underworld, Daft Punk y muchos otros. En la música siempre me sentí más atraído por el trance que por el techno. Como tengo una formación clásica de pianista, la melodía siempre fue para mí lo más importante de la música. Por eso el trance era perfecto, ya que es la mezcla perfecta entre la música electrónica y las melodías con influencias clásicas. ¡Me enamoré de verdad! En 1999, William Orbit publicó Adagio para cuerdas de Barber en una versión remezclada por el artista holandés Ferry Corsten. Y esto me hizo pensar por primera vez: "¡Oye, esto es una pieza de música clásica mezclada con un ritmo de dance! Suena bastante bien, ¡me gusta!" Y desde entonces seguí ese camino.