Cuando empezaste la universidad Goldsmiths en Londres a los 18 años, ¿tenías en mente algún objetivo profesional?
Mi afán era ganar mucha experiencia en todo lo relacionado con la música. Esa siempre fue mi filosofía. Goldsmiths era un lugar realmente creativo que tenía un departamento de teatro vibrante con muy pocos trámites burocráticos. Podía componer música para obras de teatro, colaborar con artistas plásticos en instalaciones, y cosas por el estilo. Creé una orquesta de cámara que se centraba en música contemporánea. Esa también fue la primera vez que entré en contacto con la tecnología musical. En el estudio electrónico usaban Cubase con Atari Falcons en blanco y negro. Compuse un musical para el departamento de artes dramáticas llamado “R.U.R”. La música de acompañamiento fue creada en Cubase con General MIDI.