Stephanie Economou: creación de bandas sonoras con Cubase

Por Hollin Jones

Stephanie Economou es una compositora y violinista ganadora de un Grammy. Su especialidad es mezclar temas orquestales y electrónicos. Hace poco ganó un Grammy por "Assassin's Creed Valhalla Dawn of Ragnarök" en la categoría inaugural Mejor banda sonora para videojuegos y otros medios interactivos. También ganó el premio SCL David Raksin al talento emergente por su trabajo en la serie de Netflix "Jupiter's Legacy" y ha compuesto para películas como "The Martian", "Live by Night", "The Meg" y numerosos videojuegos. Charlamos con ella sobre su proceso de trabajo y las ventajas de ir aprendiendo sobre la marcha.

¡Hola, Steph! ¿Puedes hablarnos un poco de tus primeras experiencias con la música?

Cuando era pequeña, mis padres eran muy creativos y en casa siempre sonaba rock clásico. Mi hermana mayor estaba aprendiendo a tocar la viola, así que cuando llegó el momento de elegir un instrumento, elegí el violín para poder tocar a dúo. A partir de ahí, me enamoré del repertorio orquestal; mi colegio tenía un programa intensivo de música centrado en la teoría y la composición. Más tarde, fui al Conservatorio de Nueva Inglaterra, en Boston, donde componía para distintos conjuntos. Por aquel entonces, empecé a componer cortometrajes y en ese proceso algo me hizo clic. Me encantaban las posibilidades de interacción de la música con otro medio. Después de mudarme a Los Ángeles, hice un máster en composición para medios visuales.

¿Cómo te iniciaste en la industria?

Conocí a Harry Gregson-Williams, un prolífico compositor que por aquel entonces estaba reconstruyendo su equipo. Me contrató como ayudante de composición y acabé trabajando allí seis años.

¿Qué fue lo más importantes que aprendiste trabajando con él?

Más o menos todo lo que sé ahora. Este oficio es muy difícil de enseñar en un aula. La mejor manera es aprender en el trabajo. Solo trabajábamos él y yo en su estudio casero, así que era un ambiente bastante íntimo. Harry fue un verdadero mentor para mí. Al principio, me sentaba en la parte de atrás del estudio, le veía trabajar y absorbía todo lo que podía. Siempre me ponía a trabajar para ver si salía a flote o me hundía. Me encantaba ese tipo de aprendizaje. Por aquella época empecé a utilizar Cubase por primera vez. Veía a Harry utilizar el software y cómo era capaz de dar vida a sus visiones.

¿Cómo era su proceso de trabajo?

Siempre estaba reproduciendo secuencias, repasando pistas y silenciando cosas. Si silencia algo y se da cuenta de que no aporta nada importante a la mezcla, lo elimina inmediatamente. No importa de qué elemento se trate. Siempre se autoedita y esa es una de las mejores lecciones que aprendí de él. Se trata de no ser pretencioso con la música y estar siempre dispuesto a cambiarla si eso contribuye a mejorar el resultado final.

¿Hubo algún proyecto importante en el que de repente te pareció que tu carrera como compositora podía convertirse en realidad?

Suena asquerosamente romántico, pero en el primer cortometraje en el que trabajé sentí que el mundo de la partitura era realmente para mí. Escribir para una película me permitió experimentar algo que no podía sentir cuando escribía música de concierto.

¿Cómo fue tu transición del mundo orquestal al mundo de los sintetizadores y los paisajes sonoros?

Empecé a componer música electrónica experimental en la UCLA, así que ya utilizaba sintetizadores en mis primeros cortometrajes. Cuando conocí a Harry, me estaba metiendo de lleno en el mundo de la música y él es, obviamente, uno de los principales compositores de música híbrida. Ha contribuido mucho a definir ese mundo sonoro. Ver hacia qué tipo de sonidos gravitaba y cómo los manipulaba me llevó a pensar que ambas cosas estaban entrelazadas. Mi música es electrónica y acústica a la vez. Rara vez es una cosa o la otra.

Para mí es AudioWarp. Es increíble, lo uso constantemente para sincronizar partes, estirar y manipular sonido y ajustar la sincronización de múltiples pistas de audio. Sin eso, estaría bastante perdida.

Has compuesto para varias series de televisión y películas. ¿En qué punto del proceso sueles participar?

Normalmente en la posproducción. Hice una serie de Netflix llamada "Jupiter's Legacy" y me contrataron después de leer un par de guiones y tener una reunión con ellos. Escribí una maqueta basándome en los guiones; en ese momento no me habían enseñado ninguna secuencia. A continuación, tuvimos sesiones de localización, repasamos un episodio y hablamos de los temas, la forma de la música y lo que querían conseguir con la partitura. En ese programa me divertí mucho porque estilísticamente me adentraba en muchos géneros diferentes, desde el industrial hasta el orquestal.

¿Cómo empiezas tus composiciones?

Lo primero que hago es crear una plantilla única para el proyecto. Me gusta encontrar un tema, ya sea el tema de un personaje o el tema general de la serie. Puede que componga en el piano o que me lance a programarlo. A partir de ahí, busco nuevos sonidos, plug-ins y librerías para tener nuevas herramientas a mi alcance. También me gusta grabar a músicos mientras escribo. Suelo grabarlos en todo el mundo de forma remota. Luego, si las circunstancias lo permiten, puede que grabe una orquesta casi al final del proyecto. En "Jupiter's Legacy", toda la música orquestal se hizo dentro de la caja. Otra cosa que aprendí de Harry es prestar mucha atención a la programación.

¿Hay alguna herramienta en Cubase sin la que ya no podrías vivir?

Sí, para mí es AudioWarp. Es increíble, lo uso constantemente para sincronizar partes, estirar y manipular sonido y ajustar la sincronización de múltiples pistas de audio. Sin eso, estaría bastante perdida.

¿Qué planes tienes para este año?

Hay un par de cosas que me entusiasman, pero lamentablemente aún no puedo hablar de ellas. Estoy terminando una película de Lionsgate llamada "About My Father" con Sebastian Maniscalco y Robert De Niro. Es una comedia y aún no he hecho muchas, por lo que me parece un proyecto muy interesante.

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